En el momento de desarrollar una estrategia digital, el medio más óptimo para hacer la presentación de tu marca es por medio de la imagen y la representación visual. En este sentido, el branding juega un papel crucial en nuestra estrategia de marketing digital, ya que nos permite construir la identidad de una marca y hacerla relevante, diferente y sostenible en el tiempo. Y aquí es cuando entra en juego el logotipo: es fundamental en la imagen corporativa de tu marca y a su vez se convierte en una estrategia de branding esencial en el marketing digital.
Con todo, hoy es común que el principal canal de una marca sea su página web, pues en la actualidad resulta más fácil adentrarse a conocer nuevas firmas o productos a través de Internet y las tendencias que se generan en plataformas sociales. Esta situación hace que el consumo de productos y contenidos se realice de una manera más asequible y sencilla para los consumidores.
Así pues, para ser relevantes al momento de construir una marca, hay que prestar atención a todos los detalles. Especialmente al diseño de nuestro logo. Desde el tipo de letra hasta la combinación de colores que se incluirán, todos los detalles son importantes, ya que serán los elementos visuales que representen, identifiquen y comuniquen el mensaje de nuestra marca.
¿Por qué es importante un logo en tu estrategia digital?
Para comenzar, debemos analizar la trascendencia que tiene en sí mismo un logotipo en su papel de representación de la empresa, marca o negocio.
Un logotipo tiene que incorporar todos los valores de marca, emociones y elementos de la imagen de tu negocio y transmitirlo al público en un solo vistazo, ya que esa mirada puede tener un profundo impacto en tu éxito posterior. De esta manera, si un logotipo está bien diseñado es instantáneamente reconocible y, cuando este forma parte de una campaña de marketing digital, se asocia con la imagen de la empresa y las actividades que desea proyectar.
Por ello, la elección de un logotipo es clave en la estrategia empresarial y, por ende, en la digital, ya que de él dependerá el impacto en el usuario y en las decisiones que tomará a la hora de elegir una marca u otra. ¡Y no sólo eso! Un logotipo condensa en una sola imagen todo lo que vertebra a nuestra marca/negocio/empresa: público objetivo, segmento generacional y socioeconómico al que irá dirigido, fortalezas, debilidades, nivel de la competencia, capacidad de inversión, valores que se desea explotar, impacto que se quiere alcanzar, etcétera. Una larga lista de “checks” que sin duda posicionarán nuestra marca en el mercado, diferenciándose de la competencia.