No fue un trabajo fácil, pero sí muy gratificante. No es fácil llevar al mundo online los valores que han acompañado a una empresa durante más de noventa años en lo offline, pero lo conseguimos.
¿Cómo? Plasmando en su web y en su nueva identidad visual su trayectoria a través de trazos rectos y usando colores cristalinos. Además, en su nueva marca no podía faltar una de las características que conserva la empresa desde sus inicios: la K del apellido.
Hoy Cristalería Kameselle presume de tener una web sencilla, clara, limpia y navegable, en línea con el producto/servicio que ofrece y que permite difundir todas las aplicaciones que tiene el cristal para muchas soluciones cotidianas, que muchos de sus clientes potenciales desconocían.
¡Visítala y seguro que también tú te sorprendes: cristaleriakameselle.com!