No siempre es fácil unir varios sectores bajo una misma imagen, pero en este caso buscamos su patrón común: la elegancia y la calidad.
Para ello empleamos los tonos pastel, los colores cálidos y las vetas comunes de los grandes salones victorianos, añadiendo las líneas geométricas sencillas y modernas que representan las tendencias.
Esos ingredientes han conseguido transmitir en un logotipo e imagen los valores que la marca quería comunicar al mercado.